ENTREVISTAS a los ARTISTAS




 

ENTREVISTADO: Iván Abreu                                                              (2009)

LINEA DE TRABAJO – INSTALACIÓN / PROGRAMACIóN


Pregunta: ¿Qué experiencia has tenido con el Media Art en México?

IA: En México actualmente se da un contexto que favorece este tipo de investigaciones. Hay críticos, curadores, artistas o artistas-curadores muy interesados en este terreno de acción, y por el momento hay escenas novedosas, como el Circuit Bending, que son bastante raras incluso en Japón o Estados Unidos.
En los años 90, México fue uno de los países donde los artistas se interesaron más en el Media Art, este tipo de exploraciones, como por ejemplo intervenir aparatos eléctricos para programar estática de los circuitos, los errores.
Además existen museos especializados como el Cyberlunch del Rufino Tamayo o el Museo de Arte Alameda que está muy enfocado a las propuestas de Media Art. 
Hace doce años se empezaron a crear media labs en Madrid y Barcelona. En México, el Centro Multimedia del CNA, fue de los primeros centros-laboratorio de investigación, estuvo muy de moda en ese entonces.

Bajo estas tendencias empecé a producir mis obras. Yo venía y conocía más el contexto del diseño grafico. Entonces, me di cuenta que había muchos espacios y personas interesadas en estos temas. Hoyestá mucho más difundido incluso a nivel académico, en universidades y centros de investigación y mucha gente informada está trabajando en esa línea y propician debates muy ricos sobre el tema.

También hubo personas que fueron fundacionales en esto del Tactical Media o Activismo en la red: como Fran Ilich, en el Net Art lúdico; Arcángel Constantini, que trabaja con la estética del videojuego y la programación,  Xema Novelo; en fin existen hoy en día curadores como Ray Sosa que dirige Radar, o Guillermo Santamarina, que creó un festival de arte sonoro, y está muy interesado en esto desde que era director del Ex Teresa.
De manera que hoy en día encontramos gente con un nivel de madurez avanzado en puestos de responsabilidad a nivel institucional, promoviendo este tipo de producciones artísticas, lo que facilita mucho el camino para generaciones jóvenes que están empezando a explorar el Net Art.

Pregunta: ¿Qué piensas sobre la posibilidad de desarrollar tecnología por parte del artista?
IA: Estás hablando, me imagino, del hecho de  desarrollar una herramienta para el retoque fotográfico, como photoshop, que tiene una investigación detrás impresionante donde colaboran cientos de programadores especialistas en color, en óptica, etcétera.
Al llegar una herramienta robusta como esa, dicha herramienta pierde sello como marca y se convierte en algo tan completo que el público reconoce cuando alguien utiliza un filtro de photoshop. Probablemente es una mala decisión del artista usar ese filtro, porque su obra se convierte en un demo de lo que la tecnología puede hacer.
Es una relación de poder sobre quién contiene a quién, es decir, la tecnología contiene al artista cuando se producen demos de lo que se puede hacer con un celular, photoshop o ilustrador; o el artista contiene a la tecnología cuando la posición del autor es más fuerte. En todas las herramientas hay ese peligro, al margen de que las desarrolles o no.
Tú puedes emplear una herramienta como Flash y tener o no un sello Flash, depende de cómo lo manejes, o puedes usar una herramienta como processing y tener o no una marca processing.
Ese es un tema que se da en cualquier lugar del mundo, seas o no desarrollador de herramientas, seas o no integrador de tecnología. Sobresale más bien la agudeza del artista para entender cuándo, lo que está desarrollando, está permeado por un lenguaje que se vuelve un cliché o un lugar común.

Pregunta: En tu obra, ¿Cómo definirías la aportación tecnológica?

IA: Es un tema interesante porque en México la manera de proceder, desde mi punto de vista, es más de integradores de tecnología que de desarrolladores de estándares. Por ejemplo Karla Jasso, hoy en día una crítica y curadora muy activa, ha encontrado aportaciones de innovación dentro del terreno de la investigación en México; pero yo sigo insistiendo en que hay una apropiación, un uso de plataformas de desarrollo que no están creadas en México.

Quizás hay mucha gente que utiliza Mac´s o Pure Data y a pesar de que son entornos bastante recurridos,  no hay tanto desarrollo de nuevas librerías para Pure Data o para Mac´s. Sin embargo, hay un procedimiento de integrar tecnologías, y estar al tanto de una nueva plataforma, incluso existe una comunidad muy activa; pero no creo que haya una aportación como puede ser el diseño de una nueva tarjeta como Arduino, o tarjetas para comunicación inalámbrica, es decir, que se estén produciendo herramientas para los artistas.
Lo que sucede aquí en México es que el artista se apropia de  las herramientas y la verdad es que se concentra más en los contenidos, en las estéticas y en las investigaciones. Este tema me interesa mucho; yo soy programador, programo en varios lenguajes, conozco bastante bien las plataformas; sin embargo me considero más que desarrollador, un artista que integra tecnologías o herramientas producidas en otro lado del planeta.

Pregunta ¿Cómo se ha dado la relación con el público en tu obra?

IA: La verdad es que me interesa producir una situación mágica en la que el público se apropie de lo que hago y diga “esto me pertenece”; y que le revele alguna cosa más allá de que haya o no una reacción psicomotriz.
Creo que la interactividad era una de las búsquedas más recurridas hace aproximadamente ocho años; hoy en día una pieza no es interesante porque sea interactiva, sino porque es parte aguas en la experiencia de la gente, pues produce conocimiento, es decir, una sensación de darse cuenta de algo novedoso, aporta otra forma de mirar las cosas.
No me interesa tanto si el público es proactivo o no, sino si provoco en él un enrarecimiento o una situación de excepción.
Creo que la interactividad es quizás el cliché más común en el arte electrónico.

Ya empiezan a haber situaciones interactivas, pero hechas también para marcas, en espacios públicos. Esto es nuevo para este tipo de público, sin embargo ya no se me hace tan interesante pretender que un proyecto atraiga porque el público participa. Me gusta más provocar sensaciones de eco, que puedan durar una semana en la mente de la gente, y que esto me revele algo interesante y si es interactivo pues bienvenido.

Pregunta: ¿Cuál crees que sea el futuro del arte con la tecnología?

IA: A mi juicio ya pasó ese momento en que el arte con  la tecnología eran parte del mundo Beats, mientras el arte contemporáneo iba por otro lado. Es decir, ya dejó de ser una especie de ghetto.
Ahora simplemente se hace arte, y si usas una tecnología es porque tu idea lo reclama, hay buenas y malas ideas, buen arte o mal arte.  Esto depende de los artistas que tienen un foco de investigación más claro en esta línea. 
En lo personal, no me interesa decir a cuatro voces “yo hago arte electrónico”.
Me gusta presentar buenas ideas artísticas y como tengo formación como programador, como diseñador de web y todas estas cosas, pues evidentemente de diez ideas que se me ocurren ocho tienen que ver con la tecnología.
Lo que posiblemente suceda, es que en algún momento van a dejar de tener sentido los festivales de software, de arte electrónico, porque todo va a estar tan integrado que tú podrás llegar a una Bienal de arte y  encontrar igual una pieza de NetArt que una obra tradicional…
Ahora sí, hay mucha más madurez, ya pasó ese momento de fascinación donde sencillamente había curiosidad sobre qué y cómo se puede hacer. Pensar arte para un procesador no es lo mismo que para una cámara de cine ó de video que es lineal.
Esto ya está más o menos entendido por muchos artistas, y ahora los resultados son más sólidos,  ya no son tanto demos, como en otra época en la que habían proyectos como esbozos de lo que se podía hacer.
Entonces, ahora ya existe una plataforma para producir, hay muchos desarrollos que facilitan las cosas, como placas electrónicas que te permiten en tres días implementar una idea que tiene que ver con conducción física, con trabajar en el espacio, y no tanto para pantalla. Hay un gran avance en términos de infraestructura y desarrollo, es un momento rico en el cual puedes pensar más en las buenas ideas sin las dificultades de lo que pueda hacer un programa u otro.

Pregunta: ¿Cuál crees que haya sido la aportación de la tecnología al arte?
IA: Como dijo el crítico de cine húngaro Béla Balázs, “Muchas veces el medio tecnológico es una fuente de inspiración muy eficaz”.
Los grandes maestros del montaje aprendieron porque evidentemente existía un requerimiento técnico, había que cortar y pegar la película. Entonces, empezaron a buscar la forma de darle un sentido fino, al gesto de cortar una escena y ponerla tras otra. Así se creó una solidez  en el montaje que viene de la escuela rusa de los años 20 y 30.
Un ejemplo es la diferencia entre trabajar para una obra que está en un dispositivo que tiene un procesador, y otra que no lo tiene. La cámara de video, tiene un procesador para hacer correr y regresar o adelantar la cinta, pero no para incidir sobre el contenido de la cinta.
Todas estas posibilidades permiten pensar nuevas lógicas o narrativas. Si yo pudiera, con la WebCam evaluar el promedio claroscuro de los pixeles de la imagen que está entrando y de manera empírica saber el color de la piel de una persona que se para frente a una computadora, yo podría, previo a este proceso empírico, desarrollar una pieza que emita juicios racistas o antirracistas.
Son posibilidades nuevas, que vienen porque se proporciona en este caso un dispositivo programable.
Este ejemplo presenta una posibilidad que no tiene el cine ya que la cámara de cine no puede reaccionar frente al público.
Todos los dispositivos traen nuevas oportunidades. La cámara de video trajo la posibilidad de hacer tomas más informales. Anteriormente llevar a cabo un registro cinematográfico significaba preparar un set, una ambientación particular, que hacía perder la frescura; Entonces, la cámara de video abrió una alternativa que no tenía la cámara de cine.
La Red evidentemente abre un cúmulo de posibilidades, porque el hecho de tener un gesto en México, y que el gesto tenga un eco en China o en Europa, es una posibilidad nueva que muchos artistas han aprovechado con temas de tele-presencia, por ejemplo.
Entonces la pregunta que me haces, lleva implícita la respuesta, porque evidentemente aportaciones siempre hay.
Si tienes la agudeza te pones a pensar ideas y empiezan a aparecer una gama de cosas qué hacer. A muchos artistas les gusta ese reto mientras otros  prefieren el espacio de confort que ya es muy conocido. Tú eliges de qué lado te pones.

Pregunta: ¿Finalmente, algo que quieras agregar?
IA: Lo interesante es el uso de la palabra “ciencia” en el contexto del arte. Creo que es muy pretencioso cuando un artista utiliza o pretende emular la aportación científica, en términos de investigaciones de largo plazo.  Es decir, las personas que están decodificando el ADN, o las personas que están viendo cómo aumenta la velocidad de los circuitos con fotónica y no con electricidad sino por luz, o las personas que están desarrollando micro-controladores que censan, se encuentran en el terreno de la teoría pura o de la investigación en cuestiones de física.
Nosotros como investigadores nos manejamos en el terreno de la producción de capital simbólico, de juicio estético o de espacios de afecto, y para eso utilizamos miles de recursos. Pero el arte debería entender su límite porque pensar que estás desarrollando una nueva teoría habría que manejarse con mucho cuidado para no caer en el ridículo, pues no se llega a la seriedad de una investigación científica.
No es lo mismo que una persona lleve ocho años investigando mariposas del sur de América, a que tú en un proyecto artístico de una beca de tres meses a ocho, pretendas emular aportaciones científicas en el terreno de la investigación.
Creo que los artistas somos personas que aprovechamos más las plataformas tecnológicas contemporáneas, me gustaría hablar más de aportaciones tecnológicas, o apropiación de la tecnología, que del campo de la ciencia. Esas son palabras mayores.

Pregunta: ¿Tú crees entonces que es muy difícil volver a lo que alguna vez fue la relación entre el arte y la ciencia?
IA: Claro, en esa época las profesiones no estaban tan divididas. Tampoco era tan compleja la ciencia. Por ejemplo Da Vinci, nadie discute su carácter de genio, para comprender temas de esfuerzo físico, como construir un puente, o pretender volar. Da Vinci realizó sus investigaciones como ingeniero, mecánico, físico y además pintor.
Pero hoy en día la cosa se ha complejizado tanto que es casi imposible abarcar tantas áreas. Cualquier área, la biología, la ecología, a su vez tiene una gran cantidad de campos. La química tiene campos en corrosión, en pinturas, en materiales, refinamiento de petróleo.
Hoy es un poco más difícil, porque lo que puedes tener es una información más o menos superficial de todo. Internet es un poco eso. En Internet tú puedes saber de todo, probablemente puedas tener información de qué es un avión, pero ahí no encuentras los datos de cómo hacer un Boeing o un avión Caza de guerra. En Internet puedes saber qué es un avión y puedes llegar a una plática de café bastante profunda de cómo funciona la propulsión a chorro de un avión, pero no fabricas uno. Para eso hay que estudiar, durante varios años, ingeniería de vuelos, física, etcétera. Cada tema es muy sofisticado.
Entonces, creo que pretender ser hoy ese tipo de personaje es un poco complejo.
Me gusta tener una información muy vasta, de muchas cosas y lo que yo profundizo es sobre la producción de espacios visuales, espacios de experiencia estética, y ahí tengo la suficiente especialización porque es un terreno que yo domino. Puedo componer un espacio plano, es algo que aprendí durante cuatro años de carrera. Cómo programar en Java o cómo programar en Action Script, es algo que llevo seis, ocho años haciéndolo.
Actualmente estoy en un proyecto que trabaja con aire, entonces tengo que saber un poco de aerodinámica, pero sólo la información suficiente para resolver el proyecto que pueden ser veinte hojas de un libro, dos páginas de Internet y otras veinte hojas de otro libro. Pero eso no me hace un especialista en diseño de hélice. Y claro que me gusta esa especie de erudición, pero también soy consciente de la limitación de los volúmenes de conocimientos tan complejos de la época en la que vivo.


 

ENTREVISTADO: Tania Aedo                                                    (2009)

LINEA DE TRABAJO – INSTALACIÓN y curaduria de arte


Pregunta: ¿Qué puedes comentarme acerca de los antecedentes del media Art en México?
TA: Hay muchos antecedentes en México del Media Art. En el Laboratorio estamos trabajando en una publicación que se llama Ready Media: hacia una arqueología de los medios en México; este trabajo, justamente trata de los cruces disciplinares entre arte, ciencia y tecnología, y de cómo estos cruces se han dado desde que producimos cultura, desde que nos comunicamos e indagamos sobre los astros y la tierra; esta noción, a la que llamamos el tiempo profundo, a partir de autores como Siegfried Zielinski y Stephen J. Gould.
En México esta relación se puede rastrear de una forma tan antigua como quizás, las primeras vanguardias de poesía, como por ejemplo el estridentismo. La primera transmisión de radio en México fue un poema estridentista, desde ese entonces había toda una reflexión de esta vanguardia sobre la tecnología.
Para que se establecieran proyectos como el Centro Multimedia o el Laboratorio Arte Alameda, tenía que existir una comunidad de producción, sobre todo en el campo audiovisual, que en ese sentido ha jugado un papel muy importante.
Quizás yo no hablaría de antecedentes porque los medios no se van sustituyendo unos a otros. Incluso actualmente hay un nuevo auge en el uso de materiales de cine como 16mm, o el Super 8, y aunque en algunos casos parece que se utilizan por nostalgia, ahora también ves artistas muy jóvenes usando este formato de película. Esto surge quizás de la necesidad de tocar el material, de rayarlo, de sentir su materia.
Los antecedentes van por muchos sentidos, la relación arte y tecnología ha producido escenarios muy diversos; entre ellos están las Bienales de Video, que son los antecedentes de Vidarte y Transitio.
Es de alguna forma una historia que, a pesar de no estar escrita permanece en la memoria de todos. Hay artistas como Andrea di Castro o Rafael Corkidi que fundaron las Bienales de video, y otros que participaron en proyectos como Vidarte y ahora siguen en el festival Transitio que es una plataforma de exhibición de Media Art.
El Centro Multimedia, el Laboratorio y el CANTE en San Luis Potosi han propiciado una forma de trabajo, de producción y distribución muy importante.

Pregunta: Acerca de las aportaciones que le ha brindado la tecnología al arte, ¿Qué me podrías decir?
TA: Creo que el arte y la tecnología siempre van de la mano. Si vemos la relación que hubo en las vanguardias como la Bauhaus o el futurismo,  nos damos cuenta de que siempre se están retroalimentando, incluso se han dado  momentos en donde se nota más.
La ultima intensificación ha sido la informática en el siglo pasado, una revolución que transformó los hábitos de percepción, producción y recepción de la obra y de la cultura.
La tecnología le ha proporcionado mucho al arte pero también el arte a la tecnología; aludiendo un poco al termino griego tejn, son como dos seres humanos que nunca han dejado de retroalimentarse. Lo interesante es que lo hacen de una manera muy particular en cada momento y en eso hay que poner atención, sobre todo en cómo y por qué se da esa peculiar relación y qué efectos produce en cada momento histórico.
Por ejemplo, cuando en el siglo XX se estaban desarrollando los lenguajes informáticos, la realidad virtual y los dispositivos masivos, había artistas involucrados en esos procesos y sus preguntas o sus necesidades de alguna manera determinaron u orientaron la producción tecnológica.

Pregunta: ¿Crees que a partir del uso de las tecnologías haya un cambio en el proceso creativo, o en las narrativas?

TA: Desde luego hay nuevas narrativas y sobre todo una transformación de los hábitos de recepción por parte de los más jóvenes que ya están acostumbrados a Internet. El zapping es un ejemplo que se da en la Televisión, las formas de navegación, la manera de aproximarse al conocimiento y a la realidad a través de Internet, como en las Redes Sociales o en los Blogs. Luego está el límite borroso entre productor y consumidor  que aunque es algo que siempre ha estado, ahora es más explicito.
Pregunta: Acerca de la relación del arte con los medios de comunicación y la ciencia ¿Qué me podrías decir?
TA: Las preguntas que se pueden hacer a los medios de comunicación a partir del arte son muy importantes. Me vienen a la mente obras como “Good Morning Mr. Orwel” de Nam June Pik que es prácticamente una película larga que utiliza transmisiones en vivo, vía satélite y analiza con un ojo muy crítico y visionario nuestra relación con los medios de comunicación. Por otro lado pienso en “Líder de Opinión” de Iván Puig, una pieza en la que se evidencia la construcción que implica la puesta en escena de un discurso noticioso.
Es muy importante lo que el arte, combinado con la tecnología, puede decir, el tipo de preguntas que puede plantear con respecto a los medios de comunicación. Muchísima gente piensa que la imagen televisiva es una realidad absoluta, y creen que si no ves la tele no sabes lo que está pasando, ya que es la única manera viable para enterarse, sin embargo hay otros medios y maneras de informarse, por ejemplo las noticias que se publican en Internet, noticias de primera mano,  provenientes de sujetos sin mediaciones. Entonces, ¿Por qué la televisión sigue siendo un medio hegemónico y no una competencia de la cultura, o de los museos? y es que culturalmente el impacto de la televisión sigue siendo muy fuerte.
Con respecto a la ciencia también es muy importante el tipo de preguntas que desde el arte tecnológico, de nuevos medios o electrónico, se pueden plantear a la ciencia. Este hecho de sugerir preguntas y problemas comunes entre científicos y artistas creo que puede ayudar a una cierta humanización de la ciencia o de la tecnociencia. El arte puede presentar cuestionamientos y proponer colaboraciones para encontrar soluciones y ver de otra manera las cosas.
 


 

ENTREVISTADO: Maris Bustamante                                                    (2009)

LINEA DE TRABAJO – video perfomance / videoarte


Pregunta: Me podrías comentar algo sobre los antecedentes del Media Art en México.
MB: Yo creo que todo lo que el ser humano hace es utilizar tecnologías. Hay hightech´s, hay lowtech´s. A veces las paradojas humanas son muy interesantes, porque desde el lowtech se dan cosas que propician un avance muy sofisticado. Retomando esta idea, cuando incidieron y se empezó  a dar forma a estos no objetualismos y al rol del sujeto, el artista cambió rotundamente. Por ejemplo, las primeras dos opciones que surgieron fueron formas de instalación y ambientación. Ahí las tecnologías que nosotros utilizábamos eran muy elementales, manejábamos nuestro propio cuerpo y recursos para decir las cosas.

El artista del performance es completamente diferente al sujeto tradicional previo, porque dicho sujeto utiliza una serie de opciones, inclusive tecnológicas, para explicar temas de los cuales se hace responsable a través de los objetos. El paso substancial fue que el artista del performance se volvió sujeto de su mismo trabajo. Fue muy interesante ver cómo se daban ahí las tecnologías. En esa época nosotros utilizamos todos los recursos que estaban a nuestro alcance. Un amigo de la universidad, y artista no objetual, Mauricio Guerrero me dijo “ayúdame a organizar una exposición que se va llamar Fax Art”, y yo le pregunté “¿Y qué es fax?”.

Hablando de tecnologías, a mi generación le tocó este paso de lowtech al hightech. En ese entonces encontramos propuestas conceptuales robustas, pero todavía ahora se les puede sacar provecho. Yo creo que en ese momento fue cuando se dieron las nuevas formas de pensar, los no objetualismos; los recursos tecnológicos eran los que teníamos a nuestro alcance, utilizábamos la fotografía desde luego, empezábamos también a hacer uso de la computadora; estuve involucrada en las dos primeras exposiciones donde se utilizó la computadora como una nueva expresión de diseño.

Yo fui profesora e investigadora de tiempo completo treinta años en la UAM Azcapotzalco, en la división de Artes y Ciencias del Diseño; ahí lo que hacíamos dentro de los grupos, junto con lo que estaba aprendiendo y desarrollando para los estudiantes en la universidad, nos dio la posibilidad de  tener horizontes más amplios sobre quienes eran solamente artistas y quienes sólo académicos.

Una de las características de la tecnología es su rapidez, es decir, el sentido de velocidad en todos nosotros ha sido muy acelerado, nos agotamos muy rápido y nos aburrimos cuando las cosas no tienen esta velocidad a la que ya estamos acostumbrados, en esta tendencia con nuestro equipo de trabajo utilizamos fotografía fija,  también el Súper 8 que en ese momento estaba a nuestro alcance. Lo que importaba era el desarrollo de las ideas y de las propuestas que pudieran recuperar cosas importantes para cambiar la percepción de los espectadores. Hoy en día estas películas en Súper 8 me las están pidiendo en todos lados, son como las joyas, porque empieza el reconocimiento de lo que se hizo en ese entonces.
Se entiende que esa época fue un puente, entre lo que se estaba trabajando para cambiar y lo que vino después. Yo creo que los no objetualismos fueron estas nuevas formas de pensar que dieron vida a las instalaciones, al performance y a las ambientaciones.
Nosotros escribíamos, dábamos pláticas, e íbamos a los medios, eso permitió que se posicionaran nuevas prácticas para las nuevas generaciones, en conjunto con el camino que llevaban las tecnologías por sí mismas.

Yo tuve la primera computadora amiga, en la universidad la ponía uno en el cubículo, la conectabas a la impresora que además era matricial, y les decías a todos que no se acercaran ahí porque una imagen tardaba dos días en imprimirse. Estas cosas hoy día, afortunadamente, están totalmente rebasadas. Ha sido sorprendente lo que ha posibilitado el camino acelerado de la percepción y la tecnología. Nosotros respondimos a eso, yo creo que el concepto estaba armado, la problemática  en general está ahí, con todas sus variantes y sus propuestas.
Esta nueva forma de pensar que teníamos no objetual, propició que todos los jóvenes empezaran a adoptar no solamente las computadoras, softwares, juegos electrónicos, si no la misma televisión. Me acuerdo cuando mi papá llegó a la casa con la primera televisión que acababa de salir. Yo fui niña de la primera generación de televisión.

Durante los 60’s y 70’s mucha gente hablaba de que la televisión era la caja idiota, se hacía una crítica intelectual al contenido. Y esa caja, que puede ser idiota o inteligente según se le utilice, parecía el principio y el final de todo, sin embargo ahora hemos visto como el monitor de computadora, junto con la televisión, se han convertido en una ventana al mundo global.
Me parece extraordinario este avance pasmoso en las comunicaciones. El uso  que se haga de ellas es otra cosa. Ahí es donde yo hago una crítica en general a los artistas, porque no hemos sabido realmente incidir en los medios, como lo han hecho los dueños de los medios. Los dueños de los medios necesitan gente y nosotros no hemos tenido esa facultad de utilizar los medios para que sean nuestros voceros.

Cuando empezaron en el Centro Nacional de las Artes los primeros eventos, recuerdo que fui invitada como jurado a varias de estas muestras, y había algunas dificultades para diferenciar conceptualmente los productos que se presentaban: “esto es video, esto es un clip, esto es filme, esto es performance solamente”, hoy en día todo eso está rebasado.
Yo creo que los jóvenes tienen una posibilidad mayor de incidir y penetrar los sistemas para modificarlos, cosa que también lo decía Deleuze en su obra sobre las sociedades de control, los jóvenes son atrapados en estas situaciones y les interesa el éxito inmediato, porque es una forma de ser, adoptado por el sistema desde el principio. Sin embargo yo considero que utilizar las tecnologías no asegura el éxito de un trabajo.
Hace un tiempo fui invitada por Sarah Diamond, que era la directora de BAMF, Center of the Arts, a participar a una mesa redonda muy interesante en Cannes, en un evento auspiciado por un festival de juegos electrónicos de E-media, la corporación importante en juegos electrónicos de Europa; en ese entonces los fabricantes de videojuegos nos decían que estaban presionados siempre por el uso de la tecnología, tenían que trabajar y no tardar más de cuatro a cinco meses, pues si se tardaban más de seis ya se perdía mucho dinero. Nos percatamos entonces que esta presión tecnológica de híper-mercado no les permitía, como yo lo interpreté, el cierre poético.

Nos pedían apoyo porque ellos querían tener un producto completo y se daban cuenta que algo hacía falta. Los artistas en general tienen que cuidar de ese cierre poético porque o lo cierras bien o no hay nada. No es que haya mal arte, el mal arte no existe, simplemente no hay nada.

En síntesis, creo que estuve en ese momento donde se dieron nuevas formas de pensar y las tecnologías estuvieron ad hoc para facilitar estas nuevas formas. El aceleramiento ha sido tal, que a veces la gente no tiene el tiempo para el cierre poético, entonces yo creo que el problema de la tecnología no consiste sólo en saber usar una cámara por ejemplo, pues para eso existen manuales. Los cierres poéticos son muy importantes en la utilización de las tecnologías. La tecnología tiene un costo, sin embargo el que la adquiere no tiene la garantía de que dicha tecnología resuelva las cosas. Hay que desmitificar por un lado lo que es el arte y por el otro la tecnológica.
Pregunta: ¿Me podrías decir en qué te han servido la foto y el super8 en tu quehacer artístico?

MB: En los 70’s, nosotros con esta idea de hacer algo diferente, que fuera mejor y no peor, dilucidamos y discutimos mucho sobre los oficios y el que hacer  de los artistas. Los que son artistas son aquellos que hacen algo que aporta. 
Nosotros en ese momento queríamos avanzar, obviamente teníamos que echar mano de recursos tecnológicos que nos permitieran hablar y decir más puntualmente ciertas cosas. En ese sentido yo sigo defendiendo mucho el dibujo, porque para mí es la herramienta intelectual con la cual se identifica lo que se quiere hacer.
Los del No grupo, hicimos varias actividades por ejemplo un diciembre fuimos al parque de la Alameda y escogimos al Santa Claus más espantoso de ahí, nos sentamos y nos tomamos la foto con él. Lo que hicimos, después fue hacerla en heliografía, porque además en aquella época no había otra opción,  y la reprodujimos 300 veces para enviarla como Arte Correo. La mandamos como regalo del no grupo diciendo “adivine usted ¿Qué personalidad del arte está fotografiada con el no grupo?”.
Usábamos la fotografía para este tipo de juegos. Mucha gente pensó que era Fernando Gamboa, el entonces director del Museo de arte moderno. Eso permitía airear un poco el ambiente artístico con otro tipo de juegos de humor, un humor a veces cáustico. Por ejemplo, en otro tipo de cosas, para uno de los performances que estábamos planeando compramos un rollo de casi dos metros de puro Kodak lite positivo, que en ese entonces era muy caro y ahora ya no existe. Hacíamos una fotografía perfecta de algo y luego la ampliábamos con este rollo hasta hacer una impresión de dos metros. Eso lo hicimos en 1981 cuando con el No grupo, fuimos a la Primera Muestra de arte no objetual  en Medellín, Colombia. Nuestra participación empezaba con cuatro rollos colocados en el piso con imágenes de dos metros o más de largo.
Nuestro primer momento performancero en el Museo de Arte Moderno de Medellín se dio cuando extendimos estos rollos; eran muy baratos, cada reproducción nos costaba 18 pesos de entonces. Buscamos que fuera baratísimo para poderlo financiar. Utilizábamos este tipo de técnicas o tecnológicas que estaban a nuestro alcance para dar otras opciones con nuestra visión artística o de ideas imaginativas.
Desde luego teníamos cámara. Yo había ahorrado mucho para comprar una Canon 1014 que tenía todas las opciones. Las películas las comprabas con sonido o sin sonido. Primero eran sin sonido, eran carretitos de tres minutos,  juntabas los dos pedazos de la película en la moviola y tratabas de cortar  menos cuadritos posibles porque ya de por sí eran muy pocos. Cuando salieron las películas con sonido, la pista era bastante endeble, por lo que si tú la editabas mucho a veces no se oía o se oía mal.

Para encontrar otra alternativa a las galerías y a los museos, utilizábamos mucho, espacios de circulación no ortodoxos. Una vez hicimos una película para un performance en un cabaret. Nos fuimos a los cabarets, a los bares, a la nocturnidad y entonces ahí probábamos públicos, a veces un poco sosos, porque era el “mundo de las copas” y en ocasiones no entendían lo que hacíamos. Pasábamos estas películas tantas veces que se deshacían, pero ese era el tipo de recurso a nuestro alcance.

Hay una película muy bonita de Rubén Valencia del No grupo, que se presentó en el Museo de Arte Moderno en México, en una actividad paralela del maestro José Luis Cuevas. Rubén era mi amigo, yo lo conocía desde hace mucho tiempo cuando di clases en la escuela de arte. Lo fuimos a ver en el museo y dijo “qué vamos hacer, en la exposición yo quiero que ustedes participen en la actividad colateral”. Rubén hizo una película que duraba tres minutos, con los recursos, la edición y la animación de ese entonces; en dicha película ves la obra de José Luis Cuevas, ves sus personajes monstruosos, de pronto un personaje del cuadro se cae al suelo, empieza a caminar y a moverse por el museo hasta salir al estacionamiento. Todo esto cuadro por cuadro. Es muy bonito porque cae el personaje, se va moviendo, asusta a la gente y se sale al estacionamiento, Rubén sale del museo, se sube a su coche y lo atropella, y en la última escena, en lugar de sangre, al personaje atropellado le sale tinta china negra. Esto, por ejemplo, es utilizar el recurso de la película para decir algo.

Estábamos en la actividad colateral de un artista objetual tradicional, de mucha calidad, pero objetual tradicional, y entonces Rubén se burló de la parte tradicional, de la parte objetual de las artes y lo que hizo fue matar al personaje de un artista importante. Era si tú quieres un chistorete, un puntacho estudiantil, pero en ese momento era muy importante. A José Luis Cuevas le encantó la película y además se divirtió con nosotros.

Pregunta: ¿Me podrías contar sobre la relación que has tenido personalmente con el espectador?
MB: Bueno, efectivamente en esa época todo lo que hacíamos intentaba alterar las formas de comportamiento convencional, es decir, las convenciones en general que utilizaban tanto los sujetos como los públicos. Esta idea de hacer participar al público estaba siempre presente, era uno de nuestros objetivos en cada evento.

Pregunta: Me decías que ustedes como grupo, tenían como discurso o política no pertenecer al mercado artístico, porque era como una mafia.
MB: Era, sigue siendo y será una mafia, hasta que los artistas se conviertan en los empresarios de su propio trabajo.
En ese momento nosotros empezamos haciéndolo con desconocimiento, pero con la intuición clara de que sí hacíamos algo teníamos que difundirlo. Ya sabes, al artista tradicional le preguntas: “¿Oye, qué quieren decir tus cosas?”, “hay no sé”…. “Necesito del escritor, del poeta, del crítico para que vengan y me digan qué es”. Eso se acabó.

Las personas que están detrás del mercado del arte promueven una serie de circunstancias donde ellos no pierdan su dinero, eso ya lo sabíamos, por eso estábamos en contra. Ese es el problema actual político en todas las latitudes: los que tienen el control político te tienen cautivo, porque tú no tienes incidencia en los lugares de decisiones. Ante esto teníamos que hacer algo, lo que hicimos fue irnos a buscar público. Por ejemplo, creo que el primer performance que se hizo en la televisión lo hice yo cuando fui a hablar sobre la patente del taco, pues la patente del taco está a mi nombre; yo jugué en la televisión con esta idea de que me apropié del taco. Eso tuvo una repercusión muy grande, se hizo un performance social con la idea de que no se convirtiera en algo exquisito como a menudo se hace en el mercado del arte.

Cada vez que hacíamos algo, intentábamos conseguir difusión a través de los medios, incluso tratábamos de que en ese momento hubiera una propuesta de proyecto para la televisión. Desde luego que para nosotros todos los medios tecnológicos implicaban ampliar la difusión, que durara más para que fuera una determinada inversión y nos permitiera pasarlo muchas veces para que la gente lo conociera. Con la finalidad de que no fuera sólo la mera actitud suicida de “somos artistas ¡pum! Nos matamos y ya”. No se trataba de eso, yo creo que éramos bastantes sanos mentalmente y gracias a eso se encontraron muchas cosas que, para el mundo de hoy en día, son importantes. Nosotros desde entonces sabíamos que la vida y la existencia es la experiencia más sobrecogedora, incierta y extraña que todos tenemos encima. Afortunadamente, esto sí funcionó.

¿Qué tecnologías le interesaban en ese momento al público? Eran cosas muy elementales, por ejemplo yo hice una película que es la impresión de mis labios, con distintos colores y texturas, pues todavía estábamos muy cerca de la pintura y cuando usábamos cosas para detener un objeto usábamos el tripié, el caballete. En esa animación que yo hice no hay sonido, sólo se ve la animación cuadro por cuadro de lo que es una opinión autorizada de un artista,  yo creo que ese tipo de cosas hacía que las personas se sintieran muy sorprendidas. Por ejemplo, Rubén Valencia hizo un trabajo que me sigue gustando recordar. En cada asiento había una bolsa grande de papel Kraft de color verde, esta bolsa de papel tenía otras diez bolsas en tamaños decrecientes, y se le daba a cada persona del público. Luego se les pedía que agarraran el sobre verde, las personas lo escogían y ahí había un letrerito que decía: “Si usted quiere entender el objetivo de este trabajo, busque la solución hasta que llegue al final”. Las personas abrían las bolsas, una, luego otra y luego otra, hasta que llegaban a la última donde se encontraba un letrero que decía: “Felicidades, acaba usted de ser parte de uno de los instrumentos de la primera sinfonía plástica que ha habido en el mundo”.
Las personas con su percepción tradicional seguían la instrucción y no oían que eran trescientas bolsas, que tenían adentro otras trescientas. El ruido de bolsas era increíble, pero como las personas no estaban acostumbradas a lo que no se les dice,  no lo veían ni lo oían. Cuando llegaban al final se hacía un zoom back y entendían qué era lo que había pasado, la gente se entusiasmaba muchísimo con eso.

La gente es muy flexible. A mí me gusta explicarlo así, en la especie humana donde todo es tan elemental y tan primitivo, pues en principio nunca somos lo que queremos ser, sino lo que otros hacen de nosotros, ¿Quiénes son esos otros? las estructuras ideológicas, económicas, los padres, la escuela, el entorno cultural, la clase social, los problemas de género, de cuerpo, la sexualidad reprimida, los intereses. Todo eso son los otros y son nefastos. Por ejemplo, en la cuestión política de Estados autoritarios, se está con todos los medios al alcance, deteniendo algo que no es posible detener, y sin embargo se tiene que sacrificar a mucha gente. Eso es algo muy perverso de la especie, o quizá es lo natural, no lo sé. A mí no me gusta y no me interesa. Creo que todo lo que nosotros hacíamos era tratar que la gente saliera de su lugar de convención.

En el 92 fui a Estados Unidos por el comentado evento del descubrimiento de América. Fui a Austin y llevé un cubo, que eran tubos de PVC de desecho con hule espuma en cada uno. Usábamos estos materiales económicos, que pudieran ser tirados a la basura o reciclados, muy livianos, para transportarse o viajar. Dentro del cubo estaban mis asistentes, por lo que el cubo era el que hacia el performance.  Yo estaba en el micrófono leyendo pasajes de la crónica del descubrimiento de la Nueva España, de  Bernal Díaz del Castillo; había seleccionado unos pasajes donde se hablaba de las matanzas, de las violaciones, de los regalos de mujeres, de secuestros, de los problemas que Cortes tenía con sus lugartenientes por el oro que había que mandar a España, etcétera. Mientras yo leía esto, mis asistentes en el cubo, por ciertos orificios que no se apreciaban desde donde estaba el público, empezaban a mandar globos con harina, con agua, masilla similar a la que usan los niños con colores, acribillando al público; el público así, cruzado de brazos, acostumbrado a que tiene que estar axial, no se movía, porque esa es la convención  “yo aquí me quedo, y así es, ya lo aprendí”.

Hasta que a alguien en el público se le ocurrió, se cansó o se molestó, y aventó una de las cosas que le lanzaron. En ese instante se rompió el orden convencional, todo mundo se levantó y se movió. Yo seguí impávida leyendo todo ese problema de las guerras que se propician como en la Conquista, entonces di por terminado el performance porque se convirtió en lo mismo que yo leía. Ese era mi objetivo, se cumplió.
Esas personas tenían cierta esperanza para la humanidad, porque quienes no las tienen, como las mayorías aplastantes, se hubieran quedado resistiendo todo lo que les hubiera caído. Este es un ejemplo del tipo de provocaciones que nosotros utilizábamos.

Pregunta: Acerca del arte y su relación con la tecnología, ¿Hacia dónde crees que se desarrolle esta relación?
MB: Desde hace 15 años yo empecé a trabajar en la transdisciplina. En México el primero que habló de transdisciplina fue el Maestro Santiago Genovés, un doctor, o como a él le gustaba decir, “un biólogo humano”. El comenzó a hacer estos experimentos, donde su experiencia profesional, su disciplina de procedencia, fue alterada cuando empezó andar en otros lados.
A mí no me interesa romper con la disciplinarieidad totalmente. Yo creo que vivimos en la época, de la transdisciplinareidad, me interesan las intersecciones y por lo tanto las altas tecnologías. Y mira que yo vengo de lo lowtech. Recuerdo que yo iba con mi asesor de computadoras y le decía: “fíjate que yo cada mes mando trescientos fax, a trescientas personas, ¿Qué no hay un programa o algo que yo pueda usar que con un dedazo o con un acto de magia se mande al mismo tiempo a los trescientos?”. Y me contestó el asesor: “No, no, no, no hay nada de eso”. Y poco después entro el e-mail.

En la universidad me conectaron y he trabajado con un astronauta que es mexicano, pero estudió en Canadá y Estados Unidos, él es Ingeniero Aeroespacial.  Aunque el resultado de lo que hicimos no fue muy apantallante, lo importante fue cómo pudimos él y yo trabajar juntos.

En el 2005 fundé CAHCTAS, Centro de Artes y Humanidades en la Transdisciplina, que ese es el nombre legal, y la parte chusca es “o cactas o no cactas estas cosas”. Yo hacía la broma, “estos cactan o no cactan”, captan o no captan.
CAHCTAS ha hecho muchas cosas. Ahora está pasando dificultades, porque no hay recursos para nada; nosotros hemos financiado la mayor parte, pero sí es necesario conseguir apoyo en otras circunstancias.
Me interesan las altas tecnologías, y sobre todo que los artistas rompan su burbujita disciplinaria y se unan con otro tipo de profesionales. Yo creo que ese es el paso no objetual más lógico que viene. A eso me dedico y en eso estoy. A veces es un poco complicado, porque una cosa es propiciar las intersecciones y otra cosa es cómo lo vas a manejar. Creo que no tenemos problema por idear proyectos, ni por el cierre poético, creo que eso ya lo manejamos desde siempre. El que lo ha hecho veinte veces, puede hacerlo otras treinta, es como un músculo que se desarrolla.
El problema consiste en, ¿Cómo le vamos a hacer para unirnos con otro tipo de profesionales, los más extremos posible y apartados de nosotros?, ¿Qué tipo de tecnologías podríamos utilizar entre los dos, para solucionar problemas que nadie ha resuelto? ¿Quiénes se han metido a resolverlos como los políticos, se han visto bastante mal, porque no los resuelven y se dedican al puro cotorreo? Desde mi punto de vista, esos son los retos de los artistas.

Pregunta: Estabas mencionando del proyecto que hiciste con el ingeniero aerospacial, ¿Me podrías comentar algo sobre la relación del arte con la ciencia?
MB: Yo pienso que desde el principio, cuando se empezó a gestar el conocimiento, para entender lo que es la producción y creación del conocimiento, se hizo lo que se pudo, porque en la humanidad lo que se debe hacer no existe. El deber es una invención humana. Se hace lo que se puede. Y lo que se empezó a hacer desde el principio provocó lo que todavía vemos hoy: el conocimiento fragmentado, dividido o subdividido a infinito, en campos, en subcampos, en subdisciplinas, etcétera.

Yo creo que el ser humano todavía tiene una serie de problemáticas. O está hecho por las estructuras, que nada más nos educan para reproducirnos. Según yo el 98.5% de la humanidad está hecha para reproducir y ser conservadora, para cuidar lo que tanto trabajo ha costado hacer. Pero el 1.5% además quiere hacer otras cosas. La misma humanidad propicia que haya un porcentaje mínimo pero constante, determinante para el resto, donde si no los reestructuras, mueren. Yo creo que es muy bonito ver cómo en principio sí surgen otras propuestas, aunque la educación sirva para que nada más se reproduzca el conocimiento ya existente.
El conocimiento estaba fragmentado, por un lado las ciencias, por otro las artes; Antes no había más que artes y ciencias. Hoy encontramos ciencias y tecnologías, humanidades y artes.

Se tuvo la idea, durante mucho tiempo, de que las ciencias servían para pensar, para la cuestión intelectual, y las artes servían para mover las emociones. Hoy en día, y después de trabajos muy específicos y puntuales, sabemos que hay una inteligencia visual y que los artistas piensan, y también los científicos sienten, ambos pueden hacer avances muy importantes cuando echan andar la intuición.

Edgar Morin dice que los seres humanos cuando nacemos, tenemos engramas, así como ciertas cosas impresas, profundas, de la especie, que son las que ayudan para hacer cosas, porque es instintivo, es animal, es una característica de la especie; dice que en el caso de los humanos, estos engramas con los que nacemos, se convierten en general en programas.  
El engrama es la intuición y es esa sabiduría que cada persona tiene, como un animalito. Por ejemplo, si yo tengo un animalito y no estoy cerca de él y hay fuego, seguramente él hará lo posible por salvarse, a esto es es lo que el humano llama engramas. Pero como los convierten en programáticos, ahí es cuando se da el cierre poético. En ese sentido Edgar Morin dice que de un engrama se pueden derivar muchos programas, pero de ningún programa se deriva ningún engrama.

Yo creo que hoy en día, el reto que los humanos tenemos, es juntar lo que ha estado desunido. Hay problemas perversos que no son fáciles de resolver, como el hambre, las diferencias sociales, los problemas de género, de raza, de discriminación en general, de violencia intrafamiliar.       Todo eso se podrá cambiar, cuando estos  engramas se echen otra vez andar, cuando se determine estas nuevas formas de pensar, y en cómo se van a filtrar y a traducir. Eso se podrá hacer por medio del intercambio de profesionales de distintos campos del conocimiento que deseen propiciar otro mundo. Yo estoy en eso.

Las escuelas de arte y las universidades en general son un fraude, porque todavía  están educando a los jóvenes con los paquetes de conocimientos ancestrales para un mundo que ya no existe. Eso es muy trágico, tanto para los maestros como para los alumnos. La diferencia es que los académicos no lo ven y no lo dicen. Yo lo veía y lo decía, además la velocidad de aprendizaje de los jóvenes en relación a la de los maestros es mucha. Pobres estudiantes, tienen que tolerar a esos maestros, a esas ratas,  fosilizadas, lentas, que te obligan hacer las cosas como ellos creen, y además son autoritarios y no tienen propuestas novedosas. Yo espero que todo eso cambie.


 

ENTREVISTADO: Víctor Lerma                                                         (2009)

LINEA DE TRABAJO – INvestigador, instalación, perfomance


Pregunta: ¿Me podrías dar los antecedentes del Media Art en México?
VL: El arte desde los 50s, sino es que un poco antes de la época de los estridentistas,  empezó a  trabajar con lo que era más mecánico; en el sentido de que el artista tenía la posibilidad de apropiarse de todo lo que se estaba realizando industrialmente o comercialmente, y por ende modificar la imagen que saldría de esas herramientas.
 Los artistas han dejado a un lado el registro histórico de esas apropiaciones por lo que se han creado lagunas por falta de información. Pero hoy en día hay mucho de donde escoger para poder recopilar datos, porque precisamente Internet nos da la ventaja de escudriñar esos lugares y poder sacar y crear una historia quizá no realista, pero sí más completa de las obras de arte que se hicieron en aquellos tiempos.

Pregunta: ¿Qué aportaciones crees que le haya dado la tecnología al que hacer artístico?
VL: Lo hizo más democrático. La imagen es más democrática, ya no tiene propiedad, por decirlo de alguna manera. Con las tecnologías se ha roto el paradigma de entender una pintura, escultura y grabado, como obra única que te pertenece. Además se les ha exigido a las autoridades que entiendan la nueva perspectiva del derecho de autor. En ese sentido las tecnologías han roto toda la cuestión de la singularidad, y las obras se han convertido en algo más democrático.

Pregunta: Acerca de la transformación del proceso creativo ¿Qué me podrías decir?
VL: Una de las ventajas que proporciona la tecnología y los nuevos formatos de producción de imagen, es que permiten utilizar al mismo tiempo todo lo que anteriormente estaba separado como la radio y la TV. Esta es la llamada  tercera etapa de aplicación tecnológica.
En el mundo virtual una característica de estas plataformas es que pueden llegar en cualquier momento a cualquier persona. En este contexto el artista puede manipular la tecnología. El problema o cuestionamiento es ¿A quién va dirigida su obra? Esto depende de cómo el artista se quiera proyectar, porque de todos modos el público es anónimo.

Pregunta: Acerca de la relación del arte con estos nuevos medios ¿Qué me podrías decir?
VL: Hoy en día ya se fusiono todo esto, en vez de decir artes plásticas, mencionamos arte, comunicación y tecnología que a su vez se convierten en una sola cosa: arte visual.
En las imágenes que están creadas combinando estas tres áreas, no hay una particularidad, se convierte en algo mucho más social con muchas más posibilidades. Hoy en día el papel del artista, es estarse cuestionando; ya no se consideran como anteriormente “artistas”, sino como productores de imágenes para un público.
Las tecnologías han rebasado esa vieja idea del arte y del artista, para hacernos entender que hoy las imágenes y el valor de lo que es ser artista ya no es lo mismo. El artista está en ventaja para manejar su producción. Obviamente no hay que olvidar el aspecto económico, es decir el capital con el que se cuenta para producir y promover un tipo de propuesta artística porque la tecnología todavía sigue siendo cara. Pero mientras se tenga acceso a estas tecnologías como Internet o todos esos aparatitos que pueden proporcionarte una infinidad de herramientas para crear y componer imágenes, hay muchas posibilidades.
Pregunta: ¿Algo que quieras comentar acerca del arte y los nuevos medios?
VL: No hay que tenerle miedo, la tecnología es una herramienta más que se puede manejar. A menudo se utiliza la palabra manipular, pero con esa palabra hay que tener mucho cuidado porque siendo sinceros el trabajo que se hace con estos medios, se puede convertir en un arma muy peligrosa.
 


 

ENTREVISTADO: Fernando Llanos                                                 (2009)

LINEA DE TRABAJO – INSTALACIoNes / videoarte


Pregunta: Me podrías hablar un poco de los antecedentes del Media Art en México, manifestaciones, bienales, exposiciones, artistas.
FLL: De entrada por qué tendríamos que llamarle Media Art a algo que queremos contextualizar en México. Tampoco voy hablar del video art, del painting art, del drawing art; para hablar de medios y su tradición y creación en este país, tenemos que empezar acuñar y utilizar nuestras propias palabras.
Soy una persona que estuvo trabajando con esos intereses tecnológicos o mediáticos en los últimos años y cada vez me parece más importante subrayar estos aspectos que promueven un debate. Qué etiquetas usamos y por qué las usamos, pero bueno después de hacer tú pregunta con otra etiqueta, la podríamos contestar.
Pregunta: Me podrías decir de los antecedentes del arte con medios en México.
FLL: Yo no soy historiador, hay gente que ha estudiado durante varios años este tipo de temas, ya hay publicaciones por lo menos en línea, por ejemplo, el caso de Karla Villegas, Erandy Vergara que se pusieron a trabajar en la historia del video. Sarah Minter y yo publicamos también aspectos de la historia del video en México.
Creo que los pioneros, en este país en el área de video surgieron a principios de los 70´s. Podríamos irnos un poco más atrás con algunas experimentaciones sonoras, o en cine como las que hacia Felipe Ehrenberg, Gurrola, Jodorowsky. En esos umbrales de los 60´s, 70´s se empezaron a cocinar muchas cosas que tienen que ver con medios.
Hablaría de Andrea di Castro con la primera tele-instalación que presentó en la casa del lago, Pola Weise como la típica referencia, Ulises Carreon que trabajaba con el medio, hasta con libros que también son medios, medios impresos, medios de reproducción. Esos serian los que yo ubico dentro de mi campo que es el video; hablando de cuestiones sonoras o performáticas también podríamos hablar de Jodorowsky y Gurrola.

Pregunta: ¿Qué aportaciones le ha dado la tecnología al que hacer artístico?
FLL: Cualquier extensión que te permita crear, es en si un aparato tecnológico, un lápiz, por ejemplo ya es una extensión; es propio considerar las aportaciones de cualquier tecnología  que te permite hacer más en un periodo menor de tiempo y agilizar tu producción con mayor precisión. Eso es lo que como creadores más nos afecta, la producción se dispara y se vincula a una distribución con otros canales y otras dinámicas distintas a las que anteriormente existían.
Yo creo que cualquier tecnología desde un lápiz, una lata de spray, una impresora, sirve para facilitar el trabajo, agilizarlo y mejorar sus canales de distribución. La única gran diferencia que ha tenido en estos años es la bi direccionalidad, es decir, la posibilidad de que la gente y los usuarios, opinen y participen y a la vez reciban contenido. Esa es una dinámica diferente que se da gracias a Internet; eso es básicamente lo que ha aportado la tecnología en cualquier creación.
Pregunta: ¿Crees que exista una transformación en el proceso creativo, nuevas narrativas y una nueva relación con el espectador?
FLL: Mi tesis con la que salí de La Esmeralda, se llamaba: Video en línea nuevos espacios, nuevas narrativas. Realicé una investigación de seis años a partir del 2000 y prácticamente empecé a trabajar con video en línea cuatro años antes de que existiera el Youtube. Había una serie de teorías al respecto,  de cómo se había transformado la narrativa y la relación con el espectador, el uno a uno, el uno a cien, la manera en que se podía hasta interactuar con los contenidos.
Definitivamente si ha cambiado la manera en que se crean las obras, pero eso siempre ha sucedido. Hay que ubicar esta fenomenología dentro de un aquí y un ahora que replica siempre este tipo de relaciones novedosas con el triangulo de producción, artista, espectador.
Siempre se ha reajustado la manera en que se consume música, en que se narran las historias; hoy en día más con la llegada de Internet.
¿Quien hoy en día sería capaz de decir que Internet no ha cambiado su campo de acción, así se dedique a la medicina, a la gastronomía, o lo que sea?  Internet ha cambiado muchísimo todas las creaciones y el consumo de las mismas.

Pregunta: Acerca del futuro del arte con los medios y su relación con la comunicación y la ciencia, ¿Qué me podrías decir?
FLL: Ayer estábamos revisando los videos Transmedial. Su tema era el futuro y la caída de utopías, el choque de la realidad y todas sus crisis de manera frontal, que han creado una visión de esperanza. Hace meses presentamos el concurso Animasivo cuyo tema también era el futuro, se veía el planeta, la tierra, la ciudad o el país dentro de cien años. Yo creo que podemos especular muchísimas cosas en relación a la creación, lo que nos gustaría que fuera, los avances que hemos visto del MIT;
Pero realmente lo importante cuando se está hablando de futuro y de esta relación con la tecnología o la creación, es entender que ahora no está nada aislado, y que no va haber ningún futuro artístico o de creación sino arreglamos las crisis que existen en temas importantes como la ecología, la economía, la distribución de las riquezas, las cuestiones sociales.
Eso no hay que perderlo de vista porque lo estamos palpando ahora más con la situación del país. Yo creo que es importante voltear a ver la realidad y no nada más especular sobre lo que nos gustaría que fuera el arte.
Creo que el arte, o este tipo de reflexiones en cualquier tipo de formato creativo, tienen una fuerte relación con lo que está pasando en su entorno. Es necesario dejarnos de “chaquetas mentales” y pensar que tendremos chips en la cabeza que nos harán ver cosas sorprendentes; esas creaciones que son nada más para leerse como anécdotas, son muy lejanas a nuestra realidad Creo que como países en desarrollo tendremos que estar más vinculados a otros procesos, a otras reflexiones.
Es importante ver como vamos a confrontar otras crisis, como podemos abordar la misma creación tecnológica cuestionando aspectos técnicos que han sido impuestos.


 

ENTREVISTADO: Mónica Ruíz                                                       (2009)

LINEA DE TRABAJO – ARTES VISUALES


Pregunta: Quisiera que me comentaras algo sobre tu trayectoria artística
MR: Yo estudié Artes Visuales, en la Escuela de Artes Plásticas. Me especialice en grabado. Haciendo mi Tesis descubrí mi interés hacia las imágenes en movimiento, el cine, la televisión, la realidad virtual y el uso de la tecnología en el arte. Después conseguí una beca para hacer un Master en artes digitales en Barcelona y me fui año y medio a trabajar con otros profesionales de otras áreas.
Fue en ese entonces cuando pude experimentar el trabajo multidisciplinario. Trabajé con músicos, con programadores, en ocasiones con ingenieros, un grupo muy variado que me amplió el panorama; aprendí sobre el arte y la tecnología.
Aunque había varias opciones como música, sonido, realidad virtual, multimedia, yo elegí como herramienta el video, y al final tuve que desarrollar un proyecto. Presenté un performance con video en tiempo real y después incursioné con los softwares.
Pregunta: ¿Tienes algunas referencias sobre los antecedentes del Media art en México?
MR: Los artistas que más he conocido son Arcángel Constantini que es de los más representativo e Iván Abreu, que es cubano, pero vive en México.
Estos tres últimos años me he dedicado a dar talleres y me encontrado también con gente que no es conocida o que está estudiando o aprendiendo por su cuenta. Mucha gente se está dedicando al Media Art, hay muchos más artistas en este campo de lo que imaginamos, que están haciendo propuestas pero no tienen donde exhibir su trabajo.
Pregunta: ¿Consideras que la relación entre arte y tecnología ha beneficiado tu proceso creativo?
MR: Creo que  se ha modificado. Además en lo personal  yo estudié pintura y grabado. Cuando empecé hacer grabado hacía paisaje en movimiento, los hacía cuando iba en carreteras. Con el video descubrí otras formas de retratar los paisajes; sobre todo me interesó la posibilidad de retratarlos en tiempo real.
Pregunta: ¿Qué me podrías decir sobre la relación entre el arte, la ciencia y la tecnología?
MR: Yo creo que el arte, la ciencia y la tecnología siempre han estado vinculados. Se tiende a pensar que es algo nuevo, pero  no es así, pues desde la pintura con los pigmentos o con los químicos, siempre ha habido esta relación. Lo que cambia es la manera en que va evolucionando la tecnología en el ámbito social.
Pregunta: ¿Algo que quieras agregar?
MR: Quisiera comentar un situación que se me presenta en los talleres que doy cuando les digo a los alumnos que utilicen la tecnología como el Internet para conseguir información. Muchos me preguntan “¿Dónde podemos estudiar, ya que no podemos ir a Barcelona o a Londres o a otro lugar a hacer un master de Artes Digitales?”. Yo les digo: tienen una herramienta súper poderosa que es el Internet, donde pueden encontrar cursos, trabajos y mucha variedad de información. Es importante saber utilizar la Red para conseguir la información que se necesita.
 
 

 

ENTREVISTADO: Víctor Martínez                                                       (2009)

LINEA DE TRABAJO – Net art


Pregunta: ¿Qué me podrías decir sobre los antecedentes del media Art en México?
VM: Creo que los del grupo Suma fueron un antecedente para la exploración contemporánea, después de la época de la geometrización, que también tenía conexiones con lo tecnológico.
Los artistas de los grupos de los setentas y ochentas exploraron mucho con los medios que había al alcance, como la electrografía, el cine, el video. Nosotros crecimos en el cambio de lo análogo a lo digital. Las nuevas generaciones están más inmiscuidas en los videojuegos.
El Atari fue una marca como una especie de icono metafísico y la definición de una estética básica de 8 bits para muchos artistas mexicanos de medios. Con el Centro Multimedia se condensó la investigación formal de esto, que coincidió con la construcción del Centro Nacional de las Artes.

Pregunta: ¿Crees que se dio un cambio en el proceso creativo con la incorporación de la tecnología?
VM: Sí, la velocidad, la inmediatez, la noción de la obra que no está acabada, que está más bien en constante proceso, algo que ya venia desarrollándose, pero con la tecnología se hizo más patente sobre todo por la interactividad. El público al usarla, desarrolla la línea, la narratividad. Definitivamente al momento de hacer una obra tienes otra noción, otra manera de descifrar la realidad.
Cuando estudiábamos pintura o escultura, estábamos en otros tiempos, en otro estado, con propuestas medio Zen,  más dirigidas a la concentración. Estudiamos cuando estaba de moda la mancha sensible, nos basábamos en puros elementos abstractos, no en la representación ni en la narrativa, pues era pecado hacer una obra con estos elementos; tenía que ser totalmente contenida en si misma.
Crecimos con la idea de que la obra tenía que explicarse a si misma. Ahora esto ha cambiado totalmente con la generalización del arte conceptual. Ya hasta una especie de ficha explica porque hay un punto en medio de un espacio. Obviamente los nuevos medios basan mucho su construcción en la investigación. Mi generación de pintores planteaba que: “nosotros no hablamos, hablamos a través de nuestra obra” y ahora los estudiantes están ejercitando la capacidad de elaborar proyectos más que de hacerlos. Nosotros nos íbamos a los materiales y la obra salía de una investigación, en esto hay  una información pragmática previa de estructurar un ¿Qué?, ¿Por qué? y ¿Para qué? A veces es más interesante el planteamiento que el resultado, es una especie de efecto secundario del mismo arte conceptual.

Pregunta: ¿Crees que existan nuevas narrativas y haya cambiado la relación con el espectador al asumir las nuevas tecnologías dentro del arte?
VM: Un elemento muy visible en eso, es la velocidad de apreciación y narración. Vivimos un proceso de aceleración; hay una euforia por los medios y gadgets tecnológicos, la programación, el desarrollo de interactividad. En mis tiempos no había nada, todo lo tenías que importar, estar viendo, por ejemplo, que pasaba en Estados Unidos. Hoy en día existen una infinidad de cursos de todo tipo que no te los acabas, aprendes interfases muy complicadas que puedes desarrollar. Eso modifica radicalmente lo que puedes pensar y planear.
En México no hay suficiente dinero para adquirir todos los gadgets disponibles en el mercado; esa necesidad te permite hacer cosas interesantes e inteligentes con tres tornillos, esta es una característica muy particular del arte de medios en nuestro país.
La narrativa es mas rápida, no es lineal, no hay un solo sentido, queda en el público, el cual ya no es espectador pasivo, sino un usuario de la obra que construye el sentido. La obra es más táctil aunque, a veces, el público resulta más perezoso de lo que uno quisiera, por el hecho de que está acostumbrado a guardar cierta distancia y respeto a la obra; sin embargo ese fenómeno ha ido acercando al creador y al espectador al grado de que no se distingue quien es quien. El creador ha cedido mucho de su determinación para que el espectador sea co-participe de la creación de sentido al percibir una obra.

Pregunta: Acerca del futuro del arte con estos nuevos medios, ¿Qué me podrías decir?
VM: Está surgiendo una nueva especie de artista, más vinculado con la ciencia y los medios, con la producción a gran escala. Por ejemplo, los videojuegos se han convertido en una industria muy parecida al cine, en la que hay una infinidad de creadores involucrados: músicos, diseñadores, dibujantes, programadores. La tendencia entonces es volver a unificar los saberes.

Siempre me ha molestado constatar que el artista no sabe nada de ciencia y el científico no sabe nada de arte y el literato no se mete con la medicina. Me parece que como concepto humano no es positivo estar así de divorciados, con la especialización a ultranza. La tendencia del futuro es sumar, hibridar, la transdisciplina, en los mismos niveles de las habilidades humanas cognoscitivas; no sólo es la capacidad racional la que está en juego, sino también la emocional, es decir,  resulta necesario cruzar el conocimiento de una manera horizontal y vertical.
Quizás no desaparezcan los artistas visuales, plásticos, pero habrá y de hecho existe ya una nueva sepa de artistas electrónicos, digitales y de medios. Los artistas utilizan diferentes medios, siempre ha sido así, el problema es que los medios de comunicación son una industria monopolizada, y por lo mismo son un poco cerrados. Pero el arte todo lo permea, todo lo invade, todo lo refiere, de todo se apropia. Con esas estrategias hemos llegado a influenciar los mismos medios; haciendo radio pirata, televisión en vivo por Internet. Para allá va todo, nos encontraremos sin límites y fronteras, la Red es el instrumento de acceso por excelencia.

Pregunta: ¿Algo que quieras aportar?
VM: Me gusta la actitud de Antoni Muntadas hacia la tecnología. La tecnología nos deslumbra, esa es su primera función además de resolver problemas técnicos de la vida. El artista es justamente el personaje que debe mantener el ojo crítico sobre este desarrollo que nos puede llevar, como estábamos al principio del siglo pasado, al deslumbre de lo efectista, de lo que Duchamp llamaba lo retinal.
Estamos viviendo una nueva retinalidad en el sentido de los nuevos efectos tan buenos que la tecnología y la mezcla de arte y ciencia están creando. Muchos están dirigidos a producir sentido y reflexión, eso es muy claro, pero hay otra gran gama que se encamina al puro efecto. El artista debe ser muy crítico y no estar enajenado en el efecto.
Creo que el artista debe estar más allá, dos pasos delante de la posibilidad de usar los medios y no dejar que los medios le usen a él. Esto a veces pasa, sobre todo en el gran espectro de la industria de los medios.


 

ENTREVISTADO: Sarah Minter                                                               (2008)

LINEA DE TRABAJO – Videoarte / Instalaciones



Los inicios: 
SM: Primero empecé con ficción, una mezcla extraña de ficción-documental, experimental, intimista. Por ponerle algún nombre.
Los temas:
SM: Los temas que estuve trabajando durante mucho tiempo fueron lo marginal, la ciudad, y actualmente mi interés tiene que ver más con la intimidad. Tal vez eso seria como lo común a todo lo que hago. En la época de “Nadie es Inocente” y “Alma Punk” era un tema social, un tema marginal. Mis referencias  tienen que ver con el cine,  con el neo-realismo, el nuevo cine alemán y algunas propuestas también del cine brasileño.
¿De donde nacen tus videos?
SM: Pues nacen de un deseo simple, como en los sueños, un deseo de comunicar algo, qué te gusta, qué te emociona. Por un lado tiene que ver con esa lucha de expresar aquello que no está comunicado, o que está tergiversado por los medios. Tiene que ver con el Tabú, con la marginalidad, con la búsqueda y la visión no esteriotipada de las cosas.
¿El como?
SM: Ese cómo es individual, es la subjetividad que alguien pone en su visión, pero no hay ninguna fórmula, o un cómo especifico, sino más bien existe una búsqueda.
Primero el cine:
SM: Yo quise en algún momento comprar una cámara de cine, pero lo que realmente me interesaba era tener una cierta independencia de los medios y me encontré con el video. Me di cuenta que me ofrecía más que el cine porque yo podía controlar todo su proceso. En ese momento esto era raro, sobre todo para la gente de cine. De hecho me decían: Ahí tienes tu Plaximark. Y hasta la fecha sigo trabajando con el video porque me da la posibilidad de mantenerme independiente.
La televisión ni se diga, es uno de los medios más controlados, porque es masivo. ¿Entonces qué sucedía con el video? Con el video se podía empezar a trabajar temas que no estaban en medios más abiertos y eso dio por resultado el hablar de ti mismo. Curiosamente es algo que no pasa mucho en este país en otras áreas. Tal parece que el hecho de no expresarnos mucho tiene que con la identidad y la cultura.
El video: una herramienta
SM: Creo que es una de las herramientas más completas que existe. Lo que si puedo decir es que el video es mi herramienta por excelencia. Una cosa clara, es que el video es un medio que nos pertenece, contemporáneo a nosotros y contemporáneo a las nuevas generaciones. Pero tampoco está completamente establecido por lo que nos abre muchísimas posibilidades.
Las posibilidades que nos ofrece el video, yo lo he visto mucho en los talleres, es que el lenguaje no es tan estable, incluso ni el del cine está completamente estable a pesar de miles de libros que se han escrito sobre eso. Ósea el cine también nos sigue por suerte sorprendiendo. Y creo que tiene que ver un poco con que el cine también se retroalimentó con el video. A veces están más unidos porque el video le ha dado mucho al cine en los últimos años y el cine le ha dado mucho al video, sobre todo porque creo que el video es un hijo del cine de arte o el cine experimental.
En algún momento una de las cosas que proporcionó el video por sus propias cualidades, fue poder hablar desde lo personal,  buscar otros puntos de vista, más directos y darle voz a los que no estaban representados. Sin embargo también con todo esto de la transmisión de medios, cada vez tenemos más la posibilidad de ver el mundo y  tener un contacto más directo ya no sólo por los materiales.
Todo ser humano tiene una necesidad intrínseca de expresarse, que con el tiempo logra matar, creo que eso es un poco la razón del arte, pero al final muy poca gente se da esa oportunidad. Ahora existen todas estas posibilidades, prácticamente están casi a la mano de todos, como antes lo estuvo el papel para escribir, o el lienzo para pintar.
El Video:
SM: El video nos está dando muchas opciones, muchas posibilidades.  En México en los 80´s pasó desapercibido, se pensó que era algo que iba ser pasajero e iba desaparecer. Sin embargo, lo que estamos viendo es que eso no es cierto y  todavía hay mucho camino por andar.
La producción:
Sí, hay una gran producción y mucha de ella la desconocemos, pero buscándola se puede encontrar;  existen muchos tipos de producción y no solamente un público, sino diversos públicos e intereses.
Los problemas:
Uno de los problemas es la producción, aunque el video es aparentemente barato.  Se necesita sobrevivir, se necesita producir y se necesita algo de dinero. Hasta ahora a mí me parece increíble cómo sobrevive la gente que se dedica a esto. Es como un enigma, que va encontrando sus propias fórmulas.
La difusión en algún momento fue un problema, pero creo que eso ya no existe. El problema general que tiene el arte es la posibilidad de ir produciendo. Por ejemplo en el arte contemporáneo como una instalación, hay un mercado, pero es un mercado muy restringido y sólo es para artistas reconocidos en el mundo.
Los retos:
El primer reto es cuestionarse así mismo. Vivimos en una época llena de imágenes y es muy fácil repetir sólo aquello que hemos visto, imágenes productoras de una ideología, o de una manera muy inconciente.
El mercado para el video:
SM: Bueno eso es lo más complicado. Y sobre todo en México, porque por ejemplo la televisión siempre quiere todo gratis. Es un problema no valorar el trabajo del otro. En las muestras en México también difícilmente se paga. En otros países hay tabuladores donde más o menos se te paga entre 300 y 500 euros por la proyección de tu video en algún lugar. En Alemania o Francia, por ejemplo, te pagan hasta por una entrevista; Tienen tabuladores por minuto, sea entrevista o sea un cachito de tu material. Esto depende del alcance que tenga ese canal, si es un canal de cable, si es un canal nacional, etc. Te pagan por minuto y de hecho creo que en Francia pagan a cualquier gente que entrevisten en la calle, para evitarse broncas de derechos de autor. Pueden entrevistar a un indigente y le tienen que pagar, porque es tiempo en la tele y cuesta dinero.
Generación transparente:
SM: Hace mucho que no sé nada de ellos. A la única que he visto es a Pilar, de Pablo Gaytan recuerdo que estaba trabajando en un tema muy cercano al mío. Creo que son muy diferentes los intereses de Pilar, de Pablo y de Carlos, pero no tengo contacto con ellos. No era precisamente un movimiento sino más bien algo individual. Sé que no era movimiento porque cuando empecé con el rollo del video, mis primeras obras se vieron fuera de este país, no había ningún lugar que acogiera nada, no existía manera de conectarse el uno con el otro; a menos que fuera de manera fortuita y personal. Necesitabas un lugar de exposición, un lugar donde presentar tu material, o producción, pero no existía nada.
Autodidacta:
SM: Soy autodidacta. Mi formación es muy variada, empecé a trabajar en teatro y después estuve frecuentando el CUEC pero no de manera formal. Yo realmente estaba en contra de las escuelas, creo que por un lado las escuelas te ofrecen mucho y por otro lado también te quitan. La diferencia entre ser autodidacta y estudiante radica en que ser autodidacta puede ser más difícil y asegurar llegar a algo. Sin embargo es un camino mucho más activo, participativo, que te obliga a conocer las cosas profundamente. Pero la escuela también tiene ventajas como pertenecer a una generación, o aprender de una manera ordenada. Lo ideal sería hacer las dos cosas.
Vida Cotidiana:
SM: Yo he tratado de juntar mi forma de vida con mi trabajo. Mis intereses en los temas de trabajo son también mis intereses en la vida. Me gusta moverme, viajar,  conocer, y eso mismo es lo que estoy tratando de hacer en mi trabajo.
Intención:
SM: Me interesa comunicar lo que hago, sería mentira si dijera que no. Me gusta que mi trabajo mueva cosas, que cuestione.
Forma de trabajo:
SM: Desde que empecé con esto, decidí que no iba a esperarme hasta conseguir los medios idóneos, porque en realidad no los hay. O lo haces o no lo haces. Si estás esperando no pasa nada, por lo tanto yo sigo caminando y haciendo algo.
Dinero:
SM: Lo que si es que hay una serie de eventos que hacemos que yo creo que deberían ser retribuidos. Ósea, yo me paso la vida asesorando aquí, dando conferencias allá, siendo jurado de no sé qué. Esto al final es trabajo para la comunidad y para este medio, pero sobre todo en México la mayoría de las cosas no son retribuidas.
La historia del video:
SM: Tenemos un proyecto partiendo de la idea de que no hay memoria y que es una característica del tipo de nuestros países. No existe una historia del video, hay muchísimos huecos en la memoria. Tenemos este proyecto que es www.video-mexico.org estamos trabajando ahorita en una página donde podamos tener todas las formas automáticas de hacer lo que queramos. La idea es que cada quien, desde su punto de vista, cuente la historia, este sitio Web está abierto para toda la gente.

Proyectos:
SM: Tengo tres proyectos ahora. Uno habla de amor, y en el fondo tiene que ver con comunidades; es algo que estoy haciendo con gente más o menos que conozco. Mi trabajo consiste en reconstruir una cena donde la gente hable de de ciertos temas. Posteriormente tengo que editar el video como si todos hubiesen estado en la misma cena. Este proyecto lo quiero hacer itinerante, es decir en una comunidad, en un museo, repetirlo en cualquier lugar y hacer una instalación en circuito cerrado. En donde cenen de manera rotativa X número de personas y al mismo tiempo estés viendo en otro salón monitores, es decir, en una mesa igual en vez de gente vez monitores. Después ese material se editaría en un sólo canal e irías viendo diferentes videos, de diferentes países, de diferentes comunidades, hablando sobre el tema del amor, los deseos mas íntimos relacionados con eso en una cena.
Otro proyecto en el que estoy trabajando es Nadie es inocente un video que hice con las bandas de Neza de 1985 a 1987. Pero ahora ¿Qué pasó con todos los chavos? Hemos hecho una investigación con Pablito, uno de los integrantes.  Haremos entonces un video que se presentará junto con Nadie es inocente, como parte de lo mismo pero veinte años después. Finalmente también estoy trabajando en otro proyecto que es sobre comunidades utópicas y habla de la utopia.


 

ENTREVISTADO: Ricardo Nicolayevski                                               (2009)

LINEA DE TRABAJO – Videoarte / instalaciones


Pregunta: ¿Me podrías dar alguna información sobre el Arte de los medios en México?
RN: El video arte en México comenzó en los años setenta, quizás una década después de que había empezado en Estados Unidos, con figuras muy interesantes como Pola Weiss, Andrea di Castro, etc.
En ese entonces, muchos de los artistas se concentraban en las posibilidades del medio y en la intervención; yo eso nunca lo he experimentado, pero históricamente tiene mucha importancia.
Actualmente el panorama de las Bienales y exposiciones,  ha ido evolucionando increíblemente porque hace unos años, poco más de una década, no había mucho de esto. Hubo varios intentos de hacer festivales internacionales de artes electrónicas, y  poco a poco ha ganado terreno y fuerza; también en general la comunidad y el público han mostrado más interés al respecto.
Todo esto tardó mucho tiempo en aglutinarse. En otros países quizás  empezó un poco antes, en México al principio hubo varios intentos, por ejemplo Vidarte que no funcionó del todo. Yo incluso estuve involucrado en la tercera edición del festival como director artístico y tuve que renunciar porque era muy problemático trabajar con las personas que nos habían empleado en CONACULTA.
Hoy en día existen festivales como Transitio, que se dedica a mostrar el panorama del Media Art tanto en México como Internacionalmente. También hay otros festivales muy interesantes, que si bien no se dedican exclusivamente al Media Art, vienen a complementar el panorama, por ejemplo EJECT un festival de video performance.
Existen varios nichos y quizás Transitio es el que más abarca las posibilidades; hay mucho talento joven, artistas emergentes; también  artistas consolidados con muchos años de experiencia, y una trayectoria reconocida internacionalmente.
México tiene mucho que ofrecer, y mostrar, quizás lo que nos falla un poco es la promoción, la distribución, el hecho de salir y darnos a conocer. Pero hay  talento y poco a poco se han abierto los nichos culturales.
Pregunta: ¿Qué me podrías decir sobre la evolución del arte, el papel del espectador y su participación?
RN: Con respeto a la relación de la obra con el espectador, estaba leyendo un ensayo de un francés que denomina a esto  Relational Art.  Me parece muy interesante y más padre, ya que el espectador se ha vuelto  más activo y menos pasivo.
Pregunta: ¿En tu obra que papel juega el espectador?
RN: Mi obra  es muy libre, le da una libertad absoluta al espectador. Por ejemplo  si quiero hacer un retrato de una persona, tiene que ser en su medio ambiente. A veces me han preguntado: “¿Tengo que hacer algo?” Y yo les contesto: “no te puedo decir que hacer, tú se tú mismo hasta donde quieras”.
Yo realmente soy un ojo que ve a la gente en la realidad. Con este tipo de actitud, que fue antes del Reality TV, me remito a propuestas como la de Andy Warhol y otros que hicieron este trabajo. En mi caso nunca dirijo a nadie, nunca me impongo, nunca forzo nada: libertad absoluta. Por eso a la hora de mostrarlo los espectadores sienten que la libertad de ser, es uno de los elementos que más se transmite.
Una chava en Nueva York me hizo una retrospectiva en el Museo de arte moderno. Una noche pasaron selecciones de veinte años de trabajo; ella se  acercó y me dijo: “Te admiro mucho por lo libre que has sido, eso me  va a inspirar, porque me ha faltado esta libertad, esta capacidad lúdica, esta capacidad de mostrarse sin miedo, incluso de mostrarse riéndose de uno mismo”.
Mi ambición no es poner a pensar al espectador. Hay ciertos realizadores que buscan algo más concreto para el público o hablar de un tema en particular. Yo no, nunca he buscado contestarle a nadie. Mis obras son más bien un pedazo de vida al natural, tal y como es, sin pretensiones, sin falsedades, sin trucos. De cierta manera me imagino que es un espejo en el que la gente puede ver que algo muy natural está floreciendo, respirando.
Creo que de alguna manera se ha de transmitir esto, funcionar como un espejo y que la gente se pueda ver, o remitir a ciertas cosas. Es muy interesante, porque por un lado es una cosa muy voyeurista, el público se está asomando a ver algo muy íntimo, y por el otro lado, aunque son retratos de gente muy específica con ciertas características, se vuelven de alguna manera, universales.
 Este ejercicio mucha gente lo hizo más contenido, o más abierto, hay unos incluso que fueron muy provocadores. Una chava decidió que en su retrato ella estaría desnuda, abierta de piernas y casi metiéndose un brazo de muñeca en la vagina.
Yo lo veo diferente porque son mis amigos, son mis películas caseras. No todos lo ven así, pero se pueden concentrar en ver ciertas conductas, ciertos valores, ciertas expresiones humanas, diferentes posibilidades de lo que es el ser humano.
Me interesa sobre todo, ¿Qué es lo que puede pasar cuando un ser humano es visto por otro ser humano ya sea por el ojo natural, o por el ojo de la cámara?, ¿Cómo reacciona una persona al ser retratada y al ser vista? ¿Qué tanto se deja ver? También me parece muy interesante, el juego que tanto el sujeto como el ojo que lo está viendo hacen; el sujeto a la hora de estarse revelando, está mostrando y escondiendo, y yo a la hora de filmarlo, por el encuadre también me estoy mostrando y escondiendo. Esto es algo de retroartistica.
Salieron muchas cosas muy parecidas a lo que ha sucedido en la tradición retroartística a lo largo de los siglos. Tú ves como antes en los retratos, que obviamente no eran en movimiento, sino más bien retratos al óleo al temple, se utilizaban muchas veces superficies reflejantes: un espejo, un poco de agua, etc. Hablaba entonces del dejarse ver, del verse, de alguna manera inconcientemente salieron muchas de estas cosas en los retratos, por ejemplo algunos están en la tina bañándose, o frente a un espejo, o un vidrio que refleja. Siempre se trata en alguna manera de algo muy íntimo, el acto de ver, de ser descubierto, de asomarse.
Pregunta: ¿Cuál crees que sea la transformación del proceso creativo al utilizar ciertas tecnologías?
RN: Te voy  a hablar de transformación pero al mismo tiempo de ciertas cosas que también han quedado igual. En mi caso, he ido adoptando nuevas maneras de trabajar, nuevas metodologías. En ese sentido ha habido una transformación porque he tenido que aprender,y estoy muy agradecido y contento de poder manejar nuavas herramientas.
Sin embargo, soy bastante renuente al querer hacer este tipo de cosas. No me siento muy interesado en la tecnología, al contrario soy de espíritu bastante activo y por otro lado, con estas mismas herramientas, el Final Cut, la compu, sigo tratando de buscar y de conservar la posibilidad de improvisación e inclusión del error afortunado.
Todo lo que trabajo es súper improvisado,  a la hora de grabar me siento muy libre y juego con la cámara, también al editar hago lo mismo. Muchas veces edito aleatoriamente, sin fijarme muy bien donde van a caer las cosas, aventándolas  donde caiga, jalo la imagen y la pongo encima del audio aleatoriamente para ver qué pasa.
En mi caso no hay una transformación, más bien una conservación de todas estas metodologías que  me han funcionado muy bien. Me interesa lo sorprendente, lo que puede pasar por el azar, lo que está fuera de control. Utilizo la nueva tecnología pero siempre trato de tener resultados más artesanales, más caseros.
Eso de la mano del hombre me interesa mucho. Para mí la tecnología ya no es mi mano, son teclas, botones, otra cosa. Yo no me he querido liberar de eso. Siempre trato de jugar con  la tecnología pero con un sello más artesanal, más personal.
Pregunta: ¿Cómo ves la relación que tiene actualmente el arte con la ciencia y la tecnología?
RN: Por todas las posibilidades que se ofrecen hoy en día es cada vez más cercana la relación, más emocionante.
Yo no me concentro tanto en ese aspecto tecnológico, mi trabajo es más artesanal y menos hitech. Pero me parece que estamos viviendo una época muy emocionante porque la tecnología está cambiando aceleradamente a la ciencia  y al arte. Se nutre de todo esto y seguramente se van a dar unas propuestas increíbles. 

 

ENTREVISTADO: Alfredo Salomón                                                  (2009)

LINEA DE TRABAJO – INSTALaciones


Pregunta: ¿Alfredo fuiste uno de los pioneros en el Centro Multimedia con Andrea di Castro, me podrías contar algo de esta experiencia?
 AS: Yo llegué al Centro Multimedia cuando era un cuarto muy pequeño en los estudios Churubusco, con cuatro o cinco máquinas. En una pequeña oficinita estaba Andrea di Castro, Rafael Corkidi me llevó y al llegar le dije: Rafael, ¡Este es el lugar con el que siempre he soñado!
Estuve presente cuando entregaron el edificio del Centro Nacional de las Artes, me tocó toda esta primera parte. Andrea di Castro y el Dr. Covarrubias ya habían hecho una exposición que se llamaba “Otras Graficas”, una gran exposición en torno al uso del fax.
El doctor Covarrubias tenía un robot que pintaba con los movimientos de los ojos del usuario. Existía ya la sala Del Deseo. Cuando yo llegué, Di castro, Covarrubias y el tercer "gurú" el doctor Manuel Gandra habían hecho una gran labor no sólo como artistas, sino también como gestores para que existiera en México un departamento, un área especializada en nuevos medios. Creo que ellos han sido los verdaderos precursores del Media Art en México.
También había otras personas, que se pueden considerar pioneros del video como Sarah Minter que abrió el primer taller de video en la Esmeralda, a partir del cual se generó una ola de videoastas que hasta hoy están presentes en la escena del arte. También estaban los cineastas Gregorio Rocha y desde luego Rafael Corkidi, todos ellos con muchos años de experiencia, y con la visión de que en México había que apostarle al arte con los medios.
El Centro Multimedia tenía un área de gráfica digital, un área de video, un área de audio y un área de realidad virtual. Que ahora se han ido modificando porque hemos pasado a esta concepción de la multimedia, que ya son el son resultado de la transdisciplina. No es el video como tal, es el video y su relación con el audio, o el audio en su relación con la gráfica. Se ha disipado esta idea de las áreas, que talvez fueron necesarias en ese momento. Poco a poco el proceso nos fue enseñando que, por ejemplo, era necesario un taller de interfases, un taller que nos preparara para utilizar de otra forma " los fierros".
Creo que el Centro Multimedia sigue siendo hoy en día este punto de referencia. Poco a poco se han ido abriendo a otros espacios, ni tan grandes, ni tan importantes, pero han sido el resultado de haber apostado hace diez o doce años a un Centro como este. También  veo  que hemos logrado crear las audiencias para este tipo de medios.
 A los primeros festivales de artes electrónicas en México  iba muy poca gente y ahora Transitio, que es como el hijo de lo que era Vidarte y lo que fue la Bienal de video, ya es un festival fuerte a nivel internacional, con una plataforma teórica de gran interés.
Es importante decir que el Centro Multimedia también tiene un área de investigación. Hemos crecido en esa parte. Ahora siento muy robusto el festival, muy consolidada la comunidad, que también ha ido madurando en estos diez años.
Los primeros proyectos no eran  tan audaces, muchas veces ni funcionaban, poco a poco logramos, que los artistas que empezamos hace diez o doce años fueran conformando las nuevas tecnologías. Nos volvimos cada vez más certeros y más confiables. Ese proceso de maduración en esta generación, a la cual pertenezco, es una muestra muy clara de la madurez en general de las artes mediáticas en México.
Hace diez años no podías esperar artistas internacionales porque apenas estábamos descubriendo esa posibilidad, ahora prácticamente todos exponen fuera del país. El arte electrónico en México es reconocido, tiene mucha fuerza, mucho sentido, sobre todo en America Latina somos un punto de referencia y en el mundo somos esta visión latina, muy presente en los festivales, en el quehacer, desde luego muy relacionado con las arte mediáticas de España.

Pregunta: ¿Me podrías decir la contribución que te ha dado la tecnologías para poder desarrollar tus propuestas artísticas?
AS: Creo que es una búsqueda muy personal. Es una búsqueda autodidacta totalmente, al menos cuando yo empecé no había ni maestría ni doctorado, ni siquiera se podía citar seriamente el Media Art.
De todas las tecnologías la computadora  fue la que nos sedujo a todos en esa generación, con la posibilidad de que ya  no fuera una herramienta de números, sino una herramienta de colores; le apostamos al igual que las empresas, a que los usuarios de estas computadoras no fueran necesariamente ingenieros, sino artistas.
Creo que el artista siempre está en la búsqueda de nuevas herramientas y el replanteamiento de ellas. Considero que de alguna forma todos los que hemos estado en esta búsqueda traemos una nueva combinación de artista, no necesariamente negado para las matemáticas, ni a los procesos lógicos, pero si con una visión de desmitificar los artefactos tecnológicos que parecieran estar diseñados para una cuestión especifica: científica o comercial.
Le apostamos, entonces a eso, a entenderlos, a navegarlos, a aprenderlos a usar y después a desmenuzarlos. Creo que apenas en este momento del proceso empezamos todos a ver con una mayor claridad lo que estamos haciendo con ellos. Al principio eran como jugueteos, coqueteos con una tecnología, ahora si veo artistas de mi generación que están replanteando los usos y los fines. Ha sido un proceso lento y ha exigido muchísimos descalabros. En mis tiempos no había quien te enseñara a usar las computadoras, tenias que aprender solo, me acuerdo que no había quien diera cursos y talleres de PhotoShop, ni siquiera existía After effects.
 Estábamos sólo nosotros leyendo los manuales, saliendo a platicar a la hora de la comida , reencontrándonos con los problemas de los demás y buscando soluciones. Esa cuestión autodidacta sirvió mucho, fue una inmersión muy completa.
Pregunta: Y en tu obra, ¿cuales han sido las aportaciones de estas tecnologías o medios?
AS: Antes de la computadora, para mi, fue la cámara de video. Se me hace un dispositivo tecnológico muy poderoso. Yo nunca pinté, nunca dibujé, nunca tuve la oportunidad de hacer cosas con las manos. Yo venia de las comunicaciones, el asunto de los medios;  de repente la cámara se convertía en una especie de posibilidad de creación. Me acuerdo que mis profesores no entendían mis ejercicios en la escuela, me decían que ese no era el lenguaje que se usaba, que los video que yo hacía no eran correctos. Y al descubrir el videoarte,  me di cuenta que esto no era cierto porque el cine y la televisión son esquemas muy armados.
Desde luego que una persona puede encontrar formas de expresión con la cámara de video, sin atender necesariamente a la narrativa cinematográfica o a la producción televisiva. Fue la cámara la que me ofreció una serie de posibilidades de creación y me dio la seguridad de ver y expresar lo que pienso y la manera en que veo el mundo. De alguna forma esa fue mi gran herramienta, que después se complementó cuando el video pasó de ser analógico a digital, y todavía más con la computadora. He ido aprendiendo cómo estas herramientas te permiten, darte cuenta del potencial creativo que tienes.
A veces, cuando empezamos con mis alumnos a hacer arte con motores, o arte con imanes, les hago ver que la cámara de video es la pieza perfecta de creación a pesar de que no nos damos cuenta.
El hecho de poder crear una máquina semiótica o capaz de generar otros significados pero desde la mecánica o desde la electrónica, te da la perspectiva de lo fabuloso que es y de todo el genio creativo alrededor de estas herramientas que usamos todos los días.
Pregunta: ¿Tú crees que exista una vinculación entre el arte y la ciencia actualmente?
AS: Sí definitivamente. No solamente con la ciencia sino también con otras áreas de conocimiento. Volviendo a la creación del Centro Nacional de las Artes, este espacio quería vincular a las escuelas de los bailarines con los teatreros, y a los teatreros con los cineastas, de alguna forma fomentar la interdisicplina que nosotros hemos entendido más como transdisciplina.
Yo creo que el salirse de un área de conocimiento, y de un coto de poder, implica un  desplazamiento, y esos desplazamientos no necesariamente se dan sólo entre las artes, sino en las diferentes áreas del conocimiento; ahí es donde hay cierta riqueza en el resultado y en el proceso.
El arte electrónico y el Media Art han servido para provocar ese tipo de interacción. Por ello se tiene que hacer un primer movimiento, no sé si hacia la ciencia, pero si hacia la tecnología que está hecha a base de investigaciones científicas. Esa primera provocación genera una serie de requerimientos que te obligan a irte moviendo desde tu área de creación hacia diferentes áreas. Por ejemplo el video por ser un lenguaje audiovisual, implica ya de entrada no solamente un aspecto visual, sino también sonoro, su construcción tiene que ver entonces con otras disciplinas.
Pertenecemos a una generación o a una visión del arte muchísimo más relajada, en donde las disciplinas y los creadores se tiene que entrelazar. Yo me he acercado mucho a la danza y mis últimos trabajos son de video danza. Por eso no sólo he tenido que moverme hacia lo sonoro, sino también hacia lo coreográfico, todo esto sucede con una dinámica que tiene que ver con el fin mediático,  y con un planteamiento que se dio ya hace algunos años en nuestro país, cuando se intentó reunir en un sólo espacio las artes y poner en medio un Centro Multimedia.  Finalmente es como el punto de reunión entre todos ellos, talvez los teatreros no están teniendo relación con los bailarines pero si todos con el Centro Multimedia.
Se prefigura entonces  como un planteamiento generacional que propone salir de los cotos de poder, de: “yo llevo 20 años haciendo foto, yo llevo toda mi vida pintando, ahora estoy haciendo pintura con nuevos medios y puede ser que en algún momento necesite una composición coreográfica, o que conozca a un músico que me motive a leer sobre composición musical”. Estas prácticas van generando artistas mucho más complejos, procesos más complicados que desde luego dan la visión de piezas más elaboradas. También el público va cambiando: siempre sucedía que a las presentaciones de danza sólo iba gente de danza, ahora en este momento interdisciplinario o de transdisciplinariedad, también se combinan las audiencias. Creo muchísimo en la necesidad del Media Art, de crear estos trayectos, estos movimientos, que han modificado o va modificando el quehacer artístico...
Desde luego el arte y la ciencia van a terminar por reencontrarse. Hubo una especie como de divorcio, en el que parecía que la ciencia iba en el camino correcto y el arte en el camino de perdición. Ahora que he tenido la posibilidad de hacer mi trabajo con científicos, por ejemplo, me doy cuenta que ellos están fascinados con los procesos de creación del arte y yo me asombro mucho con los procesos de restructuración del conocimiento. Finalmente el arte y la ciencia  siempre están ligados.
Definitivamente creo que esa separación que se dio en el Renacimiento, no ha servido para gran cosa, realmente ya se está dando un camino de regreso con muchísimo potencial, porque un científico es un gran creador y un creador es un gran científico.
 Antes veíamos una convocatoria de investigación en el arte y decíamos ¡Cómo es posible!, creíamos que el arte no se investiga, pero sí, realmente hay toda una investigación para hacer una pieza, no necesariamente una investigación   tecnológica, sino más bien documental que también tiene valor y  metodología especifica y muchas veces te puede servir como detonación para un proceso científico.